Deforestación


Lo primero de todo es dar una definición que nos aclare qué entendemos por deforestación. Esto es el proceso de desaparición de masas forestales (bosques), fundamentalmente causada por la actividad humana, principalmente debido a las talas realizadas por la industria maderera, así como para la obtención de suelo para cultivos agrícolas. Aunque generalmente se identifica como un problema de los bosques tropicales, la tala ilegal también se da en países desarrollados y economías de transición.

Podemos destacar como consecuencias de la deforestación que provoca que los organismos que allí viven tengan que emigrar hacia otro lugar o la desaparición de éstas. Con ésta desaparición se pierden además  recursos que podríamos aprovechar de los bosques, como por ejemplo vegetales comestibles o sustancias para la medicina o la industria química.

También una importante consecuencia es la influencia que tiene sobre el clima. El bosque, tropical, nos otorga un gran beneficio ya que es un gran almacén de dióxido de carbono, pero por desgracia el 30% de las acumulaciones de CO2 de la atmósfera pertenece a la quema de bosques tropicales. Es difícil la estimación cuantitativa de los efectos que pueden tener en la temperatura, la circulación y las precipitaciones las grandes modificaciones de los ecosistemas terrestres. La cantidad de humedad en la atmósfera de la Amazonía occidental es mayor que próximo a la costa, por lo que se puede deducir que hay una humificación del aire conforme éste se adentra en el bosque, causado por la emisión de vapor de agua por la vegetación. Se sabe que, por ejemplo, los pastizales no tendrían en absoluto los mismos niveles de evapotranspiración.

Aunque en el 2001 la deforestación del Amazonas llegó a niveles record ya que gracias a los estudios de una revista se obtiene que el 0,56% de la selva tropical amazónica fue talada en el 2000. Con tal de atajar el problema, el ministro de Medio Ambiente brasileño anunció la introducción de un sistema de licencias para la tala de árboles, mediante el cual se autorizaría sólo a los propietarios de estas licencias a recoger leña. Las últimas noticias de este mes de diciembre nos deparan buenos augurios, ya que la Amazonia brasileña perdió 6.450 kilómetros cuadrados de bosques entre agosto de 2009 y julio de 2010, lo que supone una caída de la deforestación del 14 por ciento frente al año anterior y representa la cuota más baja desde hace 22 años.






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